Soy Lydia Arcos “la pintora de la kabbalah”.
Esta es mi marca personal con la que anhelo plasmar en lienzos mis 16 años de estudios Kabbalistas en el Centro Internacional del rav Berg y cinco años más con Mario Saban, con quien he hecho la diplomatura y luego la maestría de cábala.
Pretendo que mi pintura sea simbólica, unión de mis conocimientos espirituales y de Biología.
Licenciada en Ciencias biológicas amo la naturaleza y el equilibrio de la vida de los animales y plantas. El Agua y el fuego, el aire y la tierra, en armonía con el cosmos.
I am Lydia Arcos, "the Kabbalah painter".
This is my personal brand with which I aspire to capture my 16 years of Kabbalistic studies at the International Center of Rav Berg and five more years with Mario Saban, with whom I have done the diploma and then the master’s degree in Kabbalah, on canvases.
I intend my painting to be symbolic, a blending of my spiritual and biological knowledge.
As a graduate in Biological Sciences, I love nature and the balance of the lives of animals and plants. Water and fire, air and earth, in harmony with the cosmos.
No soy autodidacta en 1992 comencé a formarme en el estudio de Tomás Sánchez Tripiana. Mi querido maestro impartía clases a un reducido grupo. Él y yo teníamos colores semejantes en aquella época y le cautivó mi primera obra que había presentado a una exposición de artistas de telefónica.
Mirando el cuadro me invitó a ir a su taller y me enamore de su viril delicadeza y como respetaba mi obra. El de jovencito había copiado a los pintores consagrados y gracias a ello sabía dibujar muy bien el cuerpo humano. Yo nunca he copiado y me falta saber dibujar tan bien como él.
Tomas es tan buena persona que siempre guardó prudencia ante mis excentricidades.
Presentaba un cuadro abstracto de principiante y yo creía que iba a ganar el premio, él no decía nada. El tiempo y los hechos me ponían en su lugar.
Después de aprender un tiempo con Tomás, me tomé un tiempo hasta que un día paseando vi desde la acera un taller en el primer piso, con ventanales por donde se veían ramos de flores.
Era el taller de acuarela de Felisa Señor que también me enamoró. La luz diáfana y la belleza de las flores frescas. Ella también era paciente y me encantó aprender con ella, pero yo deseaba volar. Mi fuego lleno de intuición me guiaba y la “vanidad de vanidades” de aquella época.
I am not self-taught. In 1992, I began my training in the studio of Tomás Sánchez Tripiana. My dear master taught classes to a small group. He and I had similar colors at that time and he was captivated by my first work that I had the honor to present at an exhibition of Telefonica artists.
After looking at the painting, he invited me to his workshop and I fell in love with his manly delicacy and how he respected my work. As a young man, he had copied the established painters, and thanks to that, he knew how to draw the human body very well. I have never copied, and I lack the skill to draw as well as he does.
Tomas is such a good person that he always kept prudence in the face of my eccentricities.
I presented a beginner’s abstract painting, and I thought I was going to win the prize, he said nothing. Time and events put me in his place.
After learning with Tomás for a while, I took some time off until one day, while walking, I saw a workshop on the first floor with windows where flower arrangements could be seen.
It was the watercolor workshop of Felisa Señor, which also enamored me. The diaphanous light and the beauty of fresh flowers. She was also patient and I loved learning from her, but I wanted to fly. My intuition-filled fire guided me and the «vanity of vanities» of that time.
TRAYECTORIA
Años más tarde, volví a pintar en el taller de telefónica donde palomo Miguelena, amigo y compañero de Tomás en la escuela de San Sevier donde se habían formado los dos. Palomo además es licenciado en bellas artes.
Con él aprendí a mezclar, aunque de mala gana; porque me gustaba el color puro de los tubos de pintura. Me enseñó muchas técnicas que no he llegado a prender. Lo cual lamento porque eran muy valiosa. El me ayudó a instalarme en Nauart cuando decidí después de unos 7 años con el grupo Artalart volver a volar. En Nauart tuve mi primer estudio independiente.
Nauart es una nave gigante donde se alquilan espacios a artistas y además tiene galería propia.
La sinergia entre aristas es muy buena. Allí copié desnudos del natural en algunas sesiones organizadas. Y expuse en varias colectivas y aunque después de tres años me fui, sigo exponiendo en la actualidad.
TRAJECTORY
Years later, I started painting again in the Telefonica workshop, where Palomo Miguelena, a friend and classmate of Tomás at the San Sevier school where they both trained, was teaching.
Palomo is also a graduate in Fine Arts.
With him, I learned how to mix, albeit reluctantly, because I liked the pure color of the paint tubes. He taught me many techniques that I haven’t been able to master. I regret this because they were very valuable. He helped me to settle in Nauart when I decided to fly again after about seven years with the Artalart group. In Nauart, I had my first independent studio.
Nauart is a giant warehouse where spaces are rented to artists, and it also has its own gallery.
The synergy between artists is very productive. There, I copied nudes from life in some organized sessions. And I exhibited in several group shows, and although I left after three years, I continue to exhibit to this day.
Neofabric. Otro espacio para artistas me brindó la oportunidad de desarrollar más mi creatividad, enfrentándome a pruebas difíciles. Gracias a ellos expuse en Fabra i coach, y en ferias. Estuve 2,5 años.
Luego en Carolinas 13 tuve mi último taller en Barcelona. Estuve 1 año más.
En la actualidad pinto en la Galería IMAGINARTE en Barcelona y en mi taller de la provincia de Huesca.
Cambio, cambio yo y mi pintura, en libertad, deseo que refleje los cambios del inconsciente colectivo, con el deseo de llegar a ser, el rayo zigzagueante de una tierra que cambia también… y ahí la fuerza que tenían mis colores…
Neofabric, another space for artists, was not what I expected. I was there for two and a half years.
Carolinas 13, in the Gracia neighborhood, was my last studio in Barcelona.